Rodrigo Iter, nacido y criado en la ciudad de Coquimbo, desde pequeño mostró su interés por la música, ya que su padre, Rubén Iter, también baterista, en un principio indirectamente lo fue incentivando por este instrumento. Más tarde Rodrigo, con muy bajos promedios en el colegio, debido a que no le interesaba lo que ahí enseñaban, decide dejar de estudiar, ya que su pasión por la música iban más allá de lo que sus padres esperaban. Debido a esto, deciden sacarlo de la escuela, y hacerlo estudiar lo que a el más le apasionaba, la música. Su padre, músico autodidacta, no podía enseñarle a leer música, y buscó a un profesor particular para que le enseñase, su nombre era Raimundo Garrido, quien basado en técnica de tambor le enseñó lectura musical. Bastó un año para que aprendiese a leer partituras, en aquel tiempo no habían profesores de batería en la zona, por lo que decide seguir su propio camino, autodidacta. Debido a su otra pasión, las artes marciales, fue allí donde aprendió la autodisciplina, y se dio cuenta que si no se autoexigía, no llegaría a ninguna parte, por lo que decide ponerse dos metas: una, llegar a ser el mejor exponente de la batería en su país, y la segunda, dedicar por completo su vida a la música. Para conseguir esto el sabía que debería poner todo de su parte, estudiando muchísimo.
En su adolescencia, mientras sus amigos iban a la playa o jugaban a la pelota, el dedicaba su tiempo a estudiar, llegando incluso de
Hoy en día Rodrigo lleva a cuestas 2 premios entregados en Chile, ganador del Extreme Hitters, primer concurso nacional para bateristas, realizado el año 2006, y el Drumfest, realizado en la ciudad de Concepción, siendo nombrado baterista revelación 2006.
Ha participado en los eventos de batería más importantes de Chile, y ha compartido escenario con destacados bateristas de fama mundial, los cuales algún día Rodrigo soñaba con conocer, pero nunca imaginó que compartiría escenario con ellos, y es mas, ser amigo directamente de ellos. Por nombrar algunos, Walfredo Reyes Jr., Horacio El Negro Hernández, Rick Latham, Vera Figueiredo, entre otros.
El año 2007 graba su primera producción musical: Jam Descarga 1322, disco ligado al Latin Jazz, con temas de su propia autoría.
En la actualidad Rodrigo es el único baterista en su país en tocar con 7 pedales en su batería, justificándolos todos, creando y mezclando culturas y ritmos tanto afrocubanos como latinoamericanos, además de la música nacional, marcando así la diferencia en cuanto a estilo se trata.
Cabe destacar que Rodrigo a lo largo de su carrera ha grabado discos de Latin Jazz, Rock, Fusión, Cueca, Funk, entre otros, como músico de sesión, y ha participado en proyectos de diferentes estilos, que van desde el Tecno, pasando por el Jazz, Rock, Latin Jazz, música latinoamericana, entre otros.
Ha impartido clínicas a lo largo y ancho del país, tanto particulares como en escuelas de Rock, escuelas de música, universidades, institutos, colegios, etc.
El año 2007 es nombrado endorse para la marca de baterías Tama, con la cual inicia un ciclo de clínicas en su país.